Que lejos estoy del suelo donde he nacido,
inmensa nostalgia invade mi pensamiento,
y al verme tan solo y triste cual hoja al viento,
quisiera llorar,
quisiera morir...
de sentimiento.
Fragmento de "Canción Mixteca", José López Alavez
Hoy 15 de septiembre faltando pocos minutos para el tradicional grito de independencia me entra una tremenda incorfomidad para con mi nación, sin embargo antes me gustaría aclarar que los mexicanos, somos pasionales. Y no me refiero al referente que en en latinoamerica se tiene de nuestra "pasión" manifestada por "María la del barrio", "Destilando amor" o cualquier otra novela que fascinan por este continente, sino mas bién a la idea no tan descarreada de que somos pasionales, y la pasión nos "encanta".
Cuando juega la selección de fútbol, despertamos con fervor, cuando se entona el himno nacional, lo cantamos a todo pulmón a pesar de que no sepamos el significado ni la connotación de la mayor parte de las estrofas, si se trata de "descansar" algún día feriado como el 16 de Septiembre, 5 de Mayo o 20 de Noviembre, felices aceptamos, y como hoy, si se trata de emborracharnos o reunirnos con el motivo de festejar la independencia o ir al zócalo (o la plaza en turno) a dar el grito, con hombría y valentía vamos, y si andamos de buenas, hasta un bigote falso y sombrero nos ponemos.
¿Y qué gritamos? ¿Viva hidalgo? ¿Viva Morelos? ¿Viva Zapata? ¿Viva Villa? ¿Viva Mexico? Y ¿Dónde están todos ellos?, descansando en paz, suponemos, incluído México. Así que, bien, gritemos ¡viva México¡ cuando sabemos que está más que muerto. Seamos un poco congruentes porque no mejor gritar ¡Viva la corrupción!, ¡Viva la inseguridad!, ¡Viva el narcotráfico!, ¡Viva el desempleo!, ¡Viva la apatía!, y por supuesto... ¡Viva el populismo!
No, no gritaremos eso, porque estaremos tachados de revoltosos, de anti-nacionalistas, de negativos, pesimistas, inclusive de partidistas de AMLO, o en el más ridiculo de los casos de "jóvenes que no saben lo que quieren". Pues bien, he aquí algunas novedades, si somos jóvenes y sí sabemos lo que queremos, por eso hoy no gritamos, más bien callamos, guardamos silencio, nos preparamos para ver la historia, para no repetirla, para actuar. Hoy somos cautelosos, no somos frontales ni reaccionarios, hoy parecemos más indiferentes que nunca a los sucesos diarios, pero somos más críticos que antes. Hoy no formamos guerrillas, ni células, sino grupos de estudio, no grafiteamos la ciudad, elaboramos arte y desde ahí proponemos. No críticamos al gobierno, nos criticamos como pueblo y si, de vez en cuando también actuamos.
Nunca me he considerado Juarista a pesar de la afinidad regional, pero hoy más que nunca, me evoca una frase bastante nacionalista: "Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos los traicionan". (Juárez, Benito, "El Periódico", 1888, Oaxaca, México)
Y si usted, amable lector, piensa que esto es un arrebato de política absurda o contracultural, lo invito a cuestionarse lo siguiente: ¿Se siente en paz donde hoy vive? ¿Se siente incapaz de decir, feliz dia de la independencia? ¿Se siente seguro y contento con el México de hoy, de ayer, de hace muchos años? ¿Alguna vez ha experimentado un sentimiento de intolerancia ante lo que pasa, ante la indiferencia y ante la falta de actuación?
Para finalizar, y no dejar estas letras como preámbulo a una tragicomedia, resalto que existen muchas buenas cosas por las cuales festejar todos los días, por la belleza natural de nuestro país, por la calidez de la gente, por el despertar, porque no nos lo creemos todo, por la poca o mucha libertad que ejercemos, por el estado de derecho, por la estabilidad que nos planteamos dia a dia, y claro por que no, por el hecho de estar vivos, sanos, pensantes y activos. ¿Pero el saberlo y sólo dejarlo en textos, palabras y prejuicios, no sería una verdadera hipocresía?
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¡Qué re- Viva México!
Septiembre 2009
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